El herbolario mapuche Huilliche
Las hierbas con fines medicinales se han utilizado desde
tiempos remotos, no sólo en la cultura oriental, sino también en la occidental.
Los mapuches no son una excepción: las ocupan diariamente en comidas y
ceremonias, más allá de sus reconocidos efectos curativos. Aquí presentamos un
práctico herbolario para incorporar a la vida cotidiana.
Ajenjo (akenko)
Es una fuente de fitoestrógenos, utilizada para desórdenes
del ciclo menstrual y la fertilidad. Tiene un carácter amargo, picante,
desecante y bastante frío. Contiene tuyona, una sustancia adictiva y tóxica,
por lo que su uso muy concentrado debe evitarse. Como actúa estimulando el
útero, durante el embarazo puede producir anomalías fetales.
Arrayán (kolümamüll)
Antiasmático y antidiarreico. Con el agua de las hojas
hervidas y posteriormente maceradas, se lavan heridas y ulceraciones. También
los mapuches se enjuagan el pelo con el agua de arrayán, para teñirlo de negro.
Bailahuén (failawen)
Esta hierba es muy popular, se utilizan no sólo las hojas,
sino que también los tallos y las flores. Ayuda a la digestión de las grasas y
proteínas. También posee un efecto antiflatulento y propiedades purificadoras,
pero generalmente se ingiere para cualquier malestar relacionado con el
estómago.
Boldo (foldo)
Favorece la disminución de las grasas y el colesterol. La
forma más habitual de uso es la infusión de las hojas, que se bebe después de
las comidas, pero se debe utilizar una pequeña cantidad, máximo una hoja, para
prepararla. La etnomedicina sugiere el empleo de las hojas cocidas, en forma de
cataplasma, en casos de neuralgias y dolores reumáticos. También, para esto
último, puede recurrirse al baño caliente preparado con las hojas y agregando
sal gruesa.
Calchacura, flor de la piedra (kalchacura)
Calchacura es una palabra mapuche que significa pelo de
piedra. Esta hierba es un líquen que crece adherido sobre las superficies
rocosas, en troncos y ramas de los árboles, formando manchas blancas o
anaranjadas. Es excelente para el dolor de oídos y muelas, ya que
descongestiona la mucosa bucal y auditiva. Generalmente su uso es externo, en
forma de compresas.
Canelo (foye)
Es ante todo el árbol sagrado de los mapuches, con un fuerte
carácter simbólico que trasciende lo medicinal: representa la paz y está
presente en invocaciones, sanaciones y rogativas. La corteza es utilizada para
combatir la fiebre y limpiar heridas. La infusión, preparada con una hoja en
una taza de agua, se usa como tónico estomacal, estimulante, diurético, antiescorbútico
y antirreumático.
Hierba del clavo (llante)
Es una planta cordillerana que desprende un característico
aroma a eugenol, similar al clavo de olor. Se le atribuye una acción
tonificadora sexual, especialmente indicada en hombres con problemas de
impotencia. También es recomendada a personas que padecen de extremidades
frías, ya que mejora la circulación sanguínea. Al ser una raíz dura, se deja
remojando en agua durante la noche y una vez rallada se prepara la infusión.
Como potenciador sexual se sugiere reemplazar el agua por vino: dos tazas con
cinco trozos de raíz y agregar algo de miel, que toma consistencia de jarabe y
se toma por cucharadas.
Hualtata (waltata)
Las hojas grandes pecioladas se usan como tónico para el
corazón. También como emolientes en forma de cataplasmas por sus propiedades
resolutivas de tumores. Se emplea en forma de infusión y tintura, pero es más
común la cocción de sus hojas y posterior maceración.
Laurel (triwe)
Se ocupan sus hojas, las flores y corteza, desde resfríos
hasta enfermedades venéreas. La infusión es digestiva, y también es empleada
por los mapuches para dolores de cabeza y como diurético. Además es utilizado
como sedante, pero su mayor propiedad es ser una gran fuente de calcio. Por
ello se usa frecuentemente como aderezo gastronómico.
Llareta (leliantü)
Se utiliza en afecciones de la piel, limpiando el sector
afectado. También la infusión, que tiene un sabor amargo, se emplea en el
tratamiento de la diabetes, el asma, la bronquitis y algunas enfermedades
renales.
natre (natrü): Muy utilizada como antifebril y para los
dolores de cabeza provocados por la excesiva exposición al sol. La infusión es
amarguísima, por eso está el dicho "más malo que el natre", y se
prepara con una cucharadita de las hojas y tallos sin corteza, triturados, en
una taza de agua. El sabor amargo se puede corregir agregando rodajas de limón
y endulzando con miel.
Palqui (palki)
Es muy bueno combatiendo la fiebre. También es sudorífico.
Con el cocimiento se lavan las heridas y en compresas se usa en espasmos y
quemaduras. Se encuentra siempre cerca del litre, por lo que alivia el prurito
que genera esta hierba. La recomendación es una cucharadita de raspadura de
corteza en una taza de agua hirviendo, la que se consume dos a tres veces al
día.
Peumo (pengo)
Tiene propiedades antirreumáticas, rubefacientes, es decir,
que enrojece la piel, y para el alivio de dolores musculares y articulares. La
corteza y las hojas en infusión se usan para las enfermedades del hígado y
hemorragias vaginales. La cocción de la corteza y hojas se emplea para lavar
heridas, en el tratamiento de infecciones vaginales y en forma de baños para el
reumatismo.
Pircún (pirkun)
Es una hierba anorexígena, es decir, que inhibe el apetito y
la ansiedad por comer. Generalmente se encuentra en gotas, ya que es difícil
conseguir la hierba para realizar infusiones.
Quinchamalí (kinchamali)
Es una planta recomendada en el tratamiento de las
afecciones hepáticas, particularmente la infusión, que se prepara con una
cucharadita de la planta triturada en una taza de agua. También se emplea en la
cicatrización de heridas externas, usando un algodón empapado con el agua de
quinchamalí.
Quintral (kintral)
Es una variante del muérdago, que tiene excelentes
propiedades para el tratamiento del cáncer, ya que frena la mitosis o división
celular anómala.
Se encuentra en inyecciones y gotas, y como infusión,
siempre se mezcla con otras hierbas, como el llantén o el matico.
Valeriana (hualhuilke)
Sus características calmantes la hacen muy útil en estados
de agitación nerviosa y dificultades para conciliar el sueño, ya que es una
hierba con grandes poderes tranquilizantes e hipnóticos. Con fines terapéuticos
se usa la infusión, el extracto y la tintura.
Viravira, hierba de la diuca (diuka lawen, fira fira)
La medicina tradicional le atribuye propiedades
descongestionantes de las vías respiratorias. Es un excelente expectorante,
efectivo contra la tos crónica y la gripe. La infusión se prepara con una
cucharadita de flores en una taza de agua. Se recomienda beber caliente dos a
tres veces al día, en casos de resfríos y bronquitis. La flor también se ocupa
seca y teñida en ornamentos y arreglos.
Les aportamos un pequeño resumen
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